domingo, 30 de junio de 2013

EL CAOS


El caos entró en mi vida
sin molestarse a pedir permiso
revolvió todas mis cosas
y me las cambió de sitio.

Al Norte me lo cambió al Oeste
al Sur lo mandó a paseo
el Este salió despavorido
y desde entonces no lo veo.

¿Qué se puede hacer con una brújula
que ha perdido el sentido?
¿Dónde ubicaré mis amaneceres?
¿Cómo sabré encontrar el Camino?.
Esto no se me hace a mí
que tan ordenada he sido.

Por eso hoy he tomado
una determinación
pediré al caos por favor
que me devuelva cada cosa
y la ponga en su lugar
que soy de armas tomar
y no me ando con chiquitas
cuando de protestar se trata.

Así pues le diré al caos
que por la puerta que entró
se vuelva a marchar
porque en mi vida
solo mando yo.

Mari Carmen Martín
(marcamar)
2012-12-15

viernes, 14 de junio de 2013

SÁHARA:UN JARDÍN DE ESPERANZAS EN EL DESIERTO.



Hermanos y hermanas saharauis:


¿Qué puedo hacer para que la flor de la esperanza

eche raices en el desierto?



¿Cómo podrá esa flor alimentarse solamente

con vuestras lágrimas salobres?



Para un pueblo saqueado, al que le han arrebatado sus raíces

al que le han dejado las manos vacias y los pies descalzos

sobre la arena caliente, le queda el alma llena de verde

donde podrá cultivar un jardín de esperanzas

aunque sea en un desierto.



Desde aquí, desde estas islas vecinas y solidarias

que siempre hemos navegado en paralelo

queremos encender siete faros

para que todo el mundo sepa que con su luz

queremos guiar de vuelta a nuestro vecino

a recuperar su orilla frente a la nuestra

para que cuando nos pregunten nuestra situación

poder decir como siempre...

¡Aquí estamos, frente a las costas del Sáhara!

.

¿Dónde estás, pueblo vecino

que ya no escucho el tam tam de tus tambores al amanecer el día?

¿Dónde has ido que no puedo ver las jaimas y las hogueras

que bordeaban tu orilla cercana a la mía

en las noches cálidas y serenas de luna llena?




Ahora en lugar de escuchar vuestros cantos alegres

y las risas de los niños chapoteando en la playa

sólo se escuchan arengas militares del pueblo invasor

que no podemos aceptar ni reconocer

porque pisan suelo ajeno, suelo que grita a voz en cuello

reclamando la presencia de su pueblo.


¡Sáhara para los saharauis!

¡Invasor, no profanes más su suelo!

¡Sáhara Libre por siempre!

¡Devuélvele ya su sueño!




Mª Carmen Martín Mendoza