viernes, 25 de febrero de 2011

COMO A UNA GAVIOTA





Me dejaste cual gaviota


volando sobre las olas


empapada en maresía


oliendo a algas mugidoras


escuchando caracolas


rezumando por mi piel


el salitre y las soledades.


Me dejaste sola y huíste


lejos, muy lejos,


donde no te importunara


ninguna incompostura mía.


Donde ni siquiera el sol


te pudiera recordar


que un día volamos juntos


ala con ala, cola con cola


en la misma travesía.


Pero no importa, sigue tu vida


que yo seguiré volando,


despacio sobre las olas


inventándome disculpas


que justifiquen tu obra


y colgando cada día


en mástiles de soledades


los recuerdos más preciados


los tesoros más divinos


esos pocos momentos felices


que entre nosotros vivimos.






Mari Carmen Martín


Marzo 2010