Silencio, hondo silencio,
silencio que me acompañas
en el transcurrir del tiempo,
de un tiempo que hiere el alma,
que no es, silencio, mi tiempo.
Mi tiempo quedó varado
igual que una barca vieja
en un lugar muy lejano
que está entre el cielo y la tierra.
Por eso tú me acoempañas,
tú, viejo amigo silencio
y en ti pongo yo palabras
que sólo las oye el viento
que lleva de rama en rama
por esos montes de brezos.
Por eso , amigo silencio
en tus pliegues yo me escondo
para no escuchar sonidos
que vienen de lo mas hondo,
de lo mas hondo del tiempo
y que me roban la calma.
Sonidos que aún recuerdo
de las bulliciosas aulas
donde quedaron las tizas
que aún tenían palabras
que escribirán otras manos
mientras tú, silencio,... me abrazas.
M. C. M.- Septiembre 2005
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