EL MAR Y LA ROCA
El mar ruge impetuoso
y con manos de sal azota
a la roca que sonríe
mientras le ofrece su boca.
El se pone más furioso
un cuchillo es cada ola
y la roca le sonríe
como si estuviera sola.
El mar no sabe qué hacer
para estar junto a la roca
él quiere verla reir
y de amor volverla loca.
Pero equivoca el sentido
de su furia desmedida
y a la roca ha convertido
en arena, arena rubia y tendida,
totalmente destruída.
Ahora el mar se da cuenta
que su amada no es la misma.
De la violencia no hay vuelta
que a la roca la redima.
Por eso el mar se ha calmado
y en suaves olas se acerca
la roca es suelo mojado
y antes era roca seca.
Pero el mar que es muy porfiado
quiere que vuelva a ser roca
la arena sigue a su lado
con la sonrisa en la boca.
Le hace un guiño plateado
y le dice muy bajito
_ Acuérdate, mi amorcito
que soy lo que tú me has dado.
No hace falta moraleja
para terminar la historia
esta historia que es tan vieja
pero aún sigue en la memoria.
Marcamar
Gracias, amigo poeta, me animan mucho tus observaciones sobre mi humilde blog. Tendré mucho gusto en darme un paseo por el tuyo. Muchas gracias.
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