viernes, 12 de febrero de 2010

PABLO, MI HIJO


VEINTITRES AÑOS

(A mi hijo Juan Pablo en su cumpleaños)

Hace ya veintitres años,
en una noche muy blanca
con luna del mes de agosto,
naciste, niño del alba,
niño de bello rostro.


En ese precioso día
nos colmaste de alegría
pues germinó la semilla
y dio fruto nuestra vida.


Se alborotó nuestro entorno
y nos llenaste de gracia,
así como con tu llanto
llenaste toda la casa.


Te acurruqué con asombro,
pequeña prenda adorada,
y con tus ojos abiertos
nos daba la madrugada.


Pero tu grata frescura
nos hacía hasta olvidar
lo que tenía de dura
la hora del despertar.


Han pasado ya los años
rápidos como el viento
y como el fulgor del rayo
en una noche de invierno.


Ya te ha crecido el alma,
también la mente y el cuerpo,
pero se ve el niño del alba
como palpita en tu pecho.


Y ahora te veo noble,
y ahora te veo bueno,
y espero que en el futuro
lo consigas con esmero.


Y que sigas muchos años
con tu sonrisa en la cara,
valiente e ilusionado
y con la mirada clara.


Y que cuando seas viejo
y tu cabeza esté cana,
conserves intacto el cielo
diáfano de tu mirada,
y en ti seguirá existiendo
el bello niño del alba.

Tu madre que te ama

Mari Carmen Martín


24 de Agosto de 2002.

3 comentarios:

  1. Es precioso y rezuma amor y ternura este poema que dedicas a tu hijo.
    Siempre serán nuestros hijos niños del alba, del alba nuestra cuando los creamos y del alba de nuestra alma cuando al mundo los trajimos.

    Abrazos

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  2. ¡Gracias, TriniReina! Me alegra mucho ver que has visitado mi humilde y desarbolado espacio poético. Agradezco mucho tu comentario y te invito a seguir visitándome siempre que te apetezca. Un beso

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  3. Este poema también es muy tierno, Maricarmen. Se nota el amor de madre en cada frase. Abrazos

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